Hace a penas unos días te escapaste y entonces mi corazón lloraba.
No quiero contar tu historia, ni decir como ha ocurrido, pero lo único real es que ya no estás... no te has muerto, o eso espero, pero para mi es casi lo mismo. Ya no volveré a verte, cuando me sienta mal no podré abrazarte ni besarte, ni tú vendrás a ver que me ocurre. Estuviste siempre a mi lado, en muchos momentos duros, pero ya no, te has ido y sé que no vas a volver. Nunca podré reemplazarte, ni quiero. Te has marchado y no sé porqué. Dime por qué? por qué lo has hecho? por qué me has abandonado? si eras tú lo más bonito que tenía, el mejor regalo de mi vida, lo único que me hacía sonreir. No he podido ni decirte adiós, sólo anoche pude acariciarte por última vez y nunca pensé que ya no hubiera más. Ahora me arrepiento de no haber estado más a tu lado, de no obligarte a estar conmigo esta mañana, de no quererte lo suficiente, de perderte.
Por favor, vuelve, que ésto sólo sea una pesadilla.
Te quiero Rocco.
Y parece que mis palabras, mis lamentos y súplicas llegaron a ti. Poco más de 24 horas después volviste con tu mami, te tengo a mi lado y todo fue, como dije, un mal sueño.
Gracias por quererme aunque sólo fuera un poquito de lo mucho que yo te quiero a ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario